Voy a probar, no pasa nada, total es un experimento!
Así fue como planteé realizar una sesión de Risoterapia online con un grupo de antigu@s alumn@s, a ver cómo salía y si esto se podía hacer de esta manera.
Lo que me llamó la atención de la experiencia, a parte de la factibilidad de la propuesta, fue la sensación que obtuve al hacerlo de este modo, como un ensayo “a ver qué pasa”, sin presiones de que por fuerza tenía que salir bien.
Que nadie piense que como era una prueba, pues ni preparé ninguna cosa ni le eché ganas. No, no fue así, de hecho hasta me quedé afónica animando al ver que a algunas personas les costaba soltarse, me impliqué como suelo hacer.
Lo distinto del tema era que no había una auto-presión previa, una auto-exigencia o exigencia externa de que tuviera que salir de una determinada manera, o sea, bien. Uf! Por fin estaba haciendo algo con la libertad y la realidad de la vida misma de que podía desembocar en cualquier resultado, incluso el fracaso, y no era de temer!!
Tras la sesión me dí cuenta que por mucho que me prepare cuando voy a dar mis cursos, mis talleres, mis sesiones, nada, absolutamente nada está asegurado, ni el éxito siquiera.
Me di cuenta que todo en la vida es un acto de ensayo y error, por muy preparados que vayamos.
Qué bueno si empiezo a hacerme a la idea de esta verdad, a integrarla, a ir a los sitios y a las personas de este modo, haciendo lo mejor que esté en mi mano claro está, o lo mejor que decida, a la vez que viendo claro frente a mí que todo, absolutamente todo lo que haga, es un ensayo de laboratorio expuesto tanto al éxito como al error.
Andar así, con esa actitud de ensayo-error, me conduce irremediablemente al aquí-ahora, a saber que estoy expuesta a cualquier realidad inexorable. Algo así como: “Sí, sí, yo ya llevo todo preparado, ahora que la vida diga”.
Aún y con este bellísimo regalo despertar, en el momento de finalizar la actividad que facilité, todavía asomó el “No lo he hecho suficientemente bien” frente a algún comentario de alguna persona participante. Caramba! Lo que me cuesta comprender que esto forma parte de ese aquí-ahora, de ese “error” si fuera el caso, de la expectativa o exigencia de cada cual. Aún me pillo, cuánto me cuesta seguir despierta después de haber despertado!!
Que esta evidencia,
La vida es un continuo ensayo-error,
me acompañe para siempre, a mí y a quien le resuene esto.
Puede que dé espanto ir así por la vida, sensación de vacío, de montaña rusa, de no controlar absolutamente nada. Pues es que creo así es más bien, que no controlamos nada o bien poco.
Por otra parte, a mí me conecta con relajación, con dar lo máximo o lo que elijo dar, y el resto saber que es cosa del universo, la vida, dios, o lo que sea que dispone.
Mª Rosa Parés Giralt